El mundo de la mercadotecnia está cada vez más consciente (y más preocupado) por los impactos negativos de la mercadotecnia masiva. Ad Net Zero descubrió que el 71% de los especialistas en mercadotecnia están preocupados por el impacto ambiental de la industria y, según Good-Loop, casi el 90% de los especialistas en mercadotecnia creen que la industria tiene la responsabilidad de reducir las emisiones de carbono generadas por la publicidad digital. Si bien esto parece un sentimiento prometedor, el mismo informe de Good-Loop encontró que el 47% de los profesionales de la mercadotecnia no tienen planes para reducir las emisiones de carbono generadas por sus campañas.

Afortunadamente, hay un mejor camino a seguir. La mercadotecnia sustentable es una estrategia centrada en reducir el impacto ambiental de la mercadotecnia impresa tradicional y los peligros, a menudo no reconocidos, de la contaminación digital y el desperdicio de datos, centrándose en esfuerzos de mercadotecnia inteligentes, enfocados y optimizados. Mata dos pájaros de un tiro: reduce el impacto ambiental de la industria publicitaria y mejora el retorno de la inversión (ROI) de la mercadotecnia de una empresa.

La mercadotecnia sustentable puede integrarse en una estrategia más amplia de responsabilidad social corporativa y sus beneficios son múltiples. Permite a las empresas gastar recursos de manera eficiente, crear un mayor impacto entre su audiencia, reducir su huella de carbono, distinguirse como pioneros en sustentabilidad e inspirar lealtad a la marca. La mercadotecnia sustentable es un camino más responsable para la industria de la mercadotecnia y es una de las únicas formas de llegar verdaderamente a tu audiencia en un panorama de mercadotecnia ruidoso y abrumador.

Cómo la mercadotecnia masiva afecta al ambiente y a los consumidores
Todos hemos filtrado correos electrónicos como spam y hemos pasado por alto los anuncios de clickbait en las redes sociales. Aunque esta mercadotecnia irrelevante puede parecer ambientalmente insignificante en comparación con, digamos, la producción de plástico o el tráfico aéreo, la contaminación de la mercadotecnia tiene un impacto grave en el ambiente. Los 100 mil millones de correos basura que se entregan anualmente generan 51 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero, añaden mil millones de kilos de desechos a los vertederos y utilizan entre 80 y 100 millones de árboles.

Cada día se envían 7,100 millones de correos electrónicos no deseados, lo que emite la fría cantidad de 28,000 toneladas de CO2. Internet genera el mismo nivel de emisiones globales que el tráfico aéreo mundial y los expertos predicen que esa cifra se duplicará para 2025.

En esta nueva era de experiencias personalizadas para los clientes, los consumidores no tienen paciencia con las marcas que los tratan a todos por igual o los molestan con anuncios continuos. Piensa en el codiciado anuncio publicitario del Super Bowl, que costó 7 millones de dólares este año; aunque el evento deportivo se considera ampliamente el pináculo del alcance publicitario, un estudio de Communicus encontró que hasta el 80% de los anuncios del Super Bowl no impulsan las ventas. Cuando estas campañas masivas no llegan a las audiencias adecuadas, no sólo estás creando contaminación de mercadotecnia, sino que también estás perdiendo tu propio tiempo y dinero.